En la vida tenemos que hacer frente a multitud de decisiones. Esas decisiones serán las que determinen nuestro futuro, así que no le eches la culpa al de al lado sino consigues tus objetivos. Tienes que luchar por ti mismo, y si fracasas o no has tenido los medios posibles, corre y búscalos. ¡Todo es posible!
Nuestras decisiones determinan quienes seremos
Muchas veces cuando llegamos a mayores y no hemos alcanzado nuestros objetivos, tendemos a echarle la culpa al de al lado. Por ejemplo, una frase muy típica que he escuchado es: “es que mis padres no me han dado la educación correcta”. Amigo, no le eches la culpa al de al lado, tus decisiones determinarán tu futuro, tú eres el arquitecto de tu futuro.
Recuerda siempre esta frase: “Son tus decisiones, no tus condiciones las que determinaran tu futuro” Si uno de verdad quiere luchar por algo, lucha por ello hasta el final. Imagínate qué quieres ser médico, pues tendrás que estudiar primeramente para adquirir todos los conocimientos necesarios. Posteriormente, si has trabajado duro por ello, lo conseguirás y sino lo consigues no le eches la culpa a otros. Tienes que aprender el concepto de responsabilidad, es decir, tienes que aprender a afrontar tus fracasos para aprender de ellos y mejorar a través de ellos. “Para mí los fracasos no son fracasos, son lecciones de las que se tiene que aprender”.
Si tienes un gran sueño, tienes que ir creciendo con el sueño sino el mismo sueño te va a aplastar. Tienes que crecer internamente para alcanzar los logros que realmente deseas, siempre trabajando duro sin tirar la toalla. Un ejemplo que suelo decir mucho es que un sabio le dice a un muchacho que suba a un camino en el que hay una piedra enorme en medio de un camino, impidiendo el paso a los vehículos. Después le dice que suba todos los días y intente empujar la piedra durante 21 días sin obtener ningún resultado. Entonces el muchacho fue a hablar con el sabio y le dijo que el objetivo no era mover la piedra, sino fortalecer sus brazos. El sabio le pregunto al muchacho que si estaba más fuerte y él le respondió que sí. Objetivo conseguido tras el duro trabajo de empujar una piedra.