Es natural que las personas se quejen cuando algo no les gusta pero a veces las quejas se llegan a convertir en un virus que nos come por dentro sin darnos cuenta. El quejarte no te da la solución a los problemas sino que te mata internamente. No te deja vivir tranquilo ya que es como una emoción tóxica que tiene remedio ya que cada uno tiene el poder de su propia voz.
La Queja es como una emoción tóxica que nos consume por dentro
¿Quién no se queja hoy en día? Constantemente nos estamos quejando sin darnos cuenta, hasta llegar al punto de que las personas cercanas a ti, deciden dejar de continuar caminando a tu lado. Tanta queja es insoportable, nadie puede aguantar tanta queja. La queja se convierte en un virus muy peligroso que nos come por dentro sin darnos cuenta, es como una emoción tóxica.
El virus provocado por las quejas es la proyección externa de una frustración interna. La queja mata, nos mata internamente, elimina las posibilidades porque es literalmente una enemiga de la fe. A su vez, el virus mata nuestro futuro porque nadie se atreve a sembrar en una tierra que está ya contaminada. ¡La queja limita nuestro destino! La queja mata también a las relaciones, porque te aguantan unos días pero finalmente deciden desviarse de tu camino.
La acción de quejarse es la forma más productiva de arruinar una relación y es un virus que se expresa en el lenguaje, que tiene como fin contaminar el mayor recurso que cualquier persona puede tener, el CORAZÓN. Tenemos que comenzar generar una actitud de propósito. El lenguaje tiene que pasar de ser un lenguaje descriptivo a un lenguaje generativo.
Tienes que hablar bien, hablar de la libertad, de la vida, del amor, de las posibilidades que puedes tener, etc. Decide cómo quieres hablar, tú tienes el poder de la vida y la muerte en tu boca. Así que te animo a dejar de quejarte y a buscar soluciones. Tú tienes el poder de tu voz y nadie más. ¡Nunca tires la toalla, lucha por lo que quieres!