¿Cuál será nuestro destino? Ojalá supiéramos la respuesta. Nadie lo sabe con certeza desde el principio pero sí puede ir formándolo poco a poco. Nuestro futuro es el conjunto de las pequeñas acciones que hemos ido realizando en el pasado y no por suerte como muchas personas creen. Trabaja duro constantemente y así podrás responder tú mismo a la pregunta dentro de unos años. ¡Todo esfuerzo tiene su recompensa!
¿Cuál será nuestro destino final?
Una pregunta que todo el mundo nos hacemos cuando comenzamos a ser algo más mayores es, ¿cuál será mi destino final? Para mí el destino se logra respondiendo a las preguntas de saber, ¿quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? Aunque nadie va a saber a la primera con certeza cuál es su destino final ya que el destino de uno mismo no se produce en dos días sino en años.
El futuro de una persona se construye a través de pequeñas acciones a lo largo de los años ya que cada pequeña acción realizada, dará lugar un hábito constante, que posteriormente, terminará construyendo tú carácter. Seguidamente, tú carácter formará una cultura que con el paso del tiempo te llevará hacia tu destino final. ¡Nadie puede saber con certeza su futuro pero sí puede condicionarlo con pequeñas acciones!
Muchísimas personas se piensa que el destino es cuestión de suerte pero querido amigo, ya os digo yo que la suerte se construye con nuestras propias decisiones. Nosotros mismos somos el fruto de las decisiones que hemos realizado en nuestro pasado. Todas las pequeñas acciones que hagas en el presente condicionarán tú futuro. Por lo que lucha sin parar por tus sueños y haz oídos sordos a los HATERS que te critican y ¡nunca tires la toalla! Nada es imposible.
Desde muy pequeños, nos enseñan a multiplicar en el colegio, nos enseñan a adornar el lenguaje con acentos, con mayúsculas pero nadie nos enseña la gramática de la vida real. Es decir, no nos han enseñado a escribir nuestra propia historia que es la que condicionará nuestro futuro. Personalmente, os recomiendo que nunca le digáis a vuestro hijo qué tiene que hacer, sino enseñarle a pensar, a creer en sí mismo y a luchar por lo que realmente quiere. De esta manera, tu hijo caminará hacia su destino, será él mismo, cómo él ha querido, sin la influencia de los demás. ¡Cada uno debe decir el camino que va a tomar! ¡Tú camino será tu VERDAD y tú verdad será tu VIDA! ¡Lucha por lo que QUIERES!